Llevar las buenas nuevas del reino de Dios a los pobres de Espíritu, los quebrantados de corazón, los cautivos, los ciegos, los oprimidos, los enfermos y a toda persona sobre la faz de la tierra por todos los medios disponibles
Llevar a cada creyente a ser un discípulo y un fuerte líder en el reino de Dios, fundamentándolo en los valores del Reino y la doctrina apostólica; renovando así su mentalidad para que su ser total sea transformado en espíritu, alma y cuerpo
Adiestrar, equipar, perfeccionar y ayudar a cada discípulo a descubrir y cumplir el propósito, el llamado y la voluntad de Dios para su vida; llevándolo a conocer su identidad como hijo, con derechos, privilegios, herencia y responsabilidades en el Reino de Dios.
Comisionar a cada discípulo para que haga la voluntad de Dios y llegue a su destino, llevando el Reino por dondequiera que va. Enviar líderes con armas poderosas para extender el reino de Dios por la fuerza, echando fuera demonios, sanando a los enfermos, haciendo señales, milagros, maravillas y prodigios; resucitando muertos, predicando, enseñando y profetizando los ministerios del Reino, para causar una reforma y un impacto en la sociedad. Todo esto, con el propósito final de transferir un legado de bendición, prosperidad y justicia a las próximas generaciones.
